21 de diciembre de 2007

Flores obscenas listas para el ultraje

Poniéndome un poquito más seria, dejando de lado los erizos menemistas, estuve buscando concursos literarios en Argentina, y el resultado de los que podía llegar a participar (cuento, poesía) era bastante escaso. Di con la página de Imaginaria, que es una revista virtual sobre literatura infantil y juvenil, y recordé (orgullosa y vergonzosamente) mi participación quinceañera en un concurso, sacando una mención y ganándome varios libros de regalo.
No participé de muchos concursos literarios. El primero fue cuando tenía catorce, que llevé al Centro Cultural Borges un cuento desastroso llamado “El cielo filosofal”, luego participé en Imaginaria, y más tarde en una editorial.
Dos de tres no está tan mal, creo.
Sin embargo, decidí que era hora de sacar la poetisa que había en mí y envié mis poemas más aceptables a un concurso, el cual tiene como uno de sus jurados a mi amado Juan Gelman. Por supuesto, aunque la convocatoria hubiera estado abierta desde el 15 de junio, tuve que llevar mis poemas el último día, 30 de noviembre, casi a la última hora. Y bueno, soy así, que le vachaché.
Hete aquí, que ya hay una María Vivanco poetisa. Cuando me enteré, hace mucho, dije: $·@#5!!!4#5’=9!??. En realidad se llama María Meleck Vivanco. Encontré algunos poemas de ella, no será el estilo que más me gusta, pero en una entrevista que le hicieron dijo unas cosas que me gustaron mucho, como por ejemplo:
“La poesía me sale fácil, porque no me privo de incorporar las "travesuras" que me dicta el inconsciente y el sueño. Y me transformo en una inconsciente total, sin remedio.Soy anti-académica, (…) prefiero la médula del conocimiento inconsciente, su ancestral sabiduría, (…) y afirmo lo ya conocido hace mucho tiempo "que lo que natura non da, Salamanca non presta". El auténtico poeta nace, no se hace. (…)Considero de vital importancia el íntimo contacto con la Naturaleza, como un acto de comunión con ella y también como ya lo expresé en otro lugar, son indispensables “los destrozos de la vida” que irradian un lenguaje perturbador pero lleno de magia.” ////////////
“Creo que cada poeta tiene su propia voz. Todos somos los dueños de nuestras voces. No conozco la poetometría. Felizmente, todavía no existe un aparato que mida la calidad de la poesía. Se puede ser poeta con un solo verso. No puedo concebir que alguien se embronque o tenga problemas con los demás, porque son más chicos, más grandes o distintos. No se debe escribir para un premio y menos para la posteridad (esa ambigua falacia que suele preocupar a los tontos).”

Por mucho que reniegue de mi segundo nombre, esta es una buena ocasión (o vida) para tenerlo.
Ah, y para todos aquellos/as telefonistas, empleados de atención al cliente, vendedoras, promotoras, secretarias de consultorios, etcétera; mi apellido no es tan raro ni difícil, no es “Divanco”, “Blanco” (¿?), ni tampoco “Virivanco”. ¿Quedó clarito, eh?.
Fotos: Extraída de esta página web. Según parece, el felino de la foto es el gato de María Meleck Vivanco. Entonces, obviamente, quien aparece en la otra foto es Mireya, la perra de María de los Ángeles Vivanco, que nadie la conoce salvo su mamá y su papá.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

linda entrada esta q lei. me encanta su facilidad de palabras!!

besos!!

Anónimo dijo...

mmmm...tene cuidado, deberias empezar a preguntarte si esa tal "Meleck", no es una suerte de Maria en el pais de los espejos, o tal vez una siamesa q tus padres ocultaron por pensar q era tu parte maligna, en ese caso busca alguna cicatriz en tus costados y si la tenes del lado derecho...hubo un error la siamesa malvada...sos vos...las hipotesis son muchas,a mi, me gusta la de los espejos.
saludos Angeles

María dijo...

Juan: la de los espejos es bastante probable. Aunque...si tengo una cicatriz grande debajo del brazo, ¿eso puede ser que sea de mi siamesa?, eso explicaría mi doble personalidad, tal vez.
PD: ¿Juan, Juan B, Juan qué?